miércoles, 15 de junio de 2011

LOS PERSONAJES FEMENINOS DEL CINE INFANTIL EVOLUCIONAN TIMIDAMENTE, MIENTRAS LA LITERATURA ROMPE ESTEREOTIPOS


Artículo sacado del períodico la vanguardia (podeís acceder al artículo original pinchando en "Tiana y el sapo") que trata sobre la educacion en valores para los niños en el cine y como la sociedad de hoy en día ha avanzado hasta tal punto de que la protagonista de la pelicula de Disney sea de otra raza.

Por Maite Gutierrez

Aplauso de la comunidad negra

Fuera de Estados Unidos, el hecho de que Tiana sea negra no ha llamado en exceso la atención. Sin embargo, la comunidad negra del país aplaudió la decisión de Disney, que tan sólo había introducido princesas de otras etnias con Pocahontas y Mulán, y porque así era en la historia original. Más vale tarde que nunca, dijeron.

Pero giro al fin y al cabo. Las pánfilas que esperan a la salvación del príncipe pertenecen a otra época y el gigante Disney por fin se ha actualizado. ¿Será sólo una anécdota o la norma en el futuro? La factoría no adelanta planes, aunque no parece que su próximo filme, basado en el cuento de los hermanos Grimm Rapunzel, vaya a introducir conceptos de igualdad.

Pese a no ser una gran revolución, Tiana y el sapo destaca en un contexto en que los personajes femeninos infantiles y los roles que desempeñan apenas han variado en la pantalla. Así opina la crítica de cine Violeta Kovacsics: "No ha habido un gran cambio, puede ser que haya más personajes femeninos, pero el modelo de héroe que predomina en las narraciones sigue siendo eminentemente masculino". Pixar, más moderna en sus argumentos y personajes, prepara una película en la que la protagonista, de nuevo princesa, hará lo que sea por convertirse en arquera, incluso está dispuesta a abdicar. También hay, pues, papeles intrépidos para las chicas, aunque esta apuesta pueda encerrar trampa. Kovacsics defiende la diferencia de papeles en cuentos clásicos del estilo Cenicienta, Blancanieves o La historia interminable, "pues el peor error es zanjar el tema con una heroína que adopte el papel propio del modelo masculino", algo que no solucionaría "esa desigualdad", opina.

Los cuentos y novelas en los que se basan buena parte de películas nacen en épocas en las que la mujer estaba relegada a un segundo plano. A partir de la década de 1970 la literatura infantil y juvenil comienza a transformarse, con la publicación puntual de títulos creados desde una perspectiva más actual e igualitaria. Al contrario del cine, las novelas y cuentos de los últimos años han supuesto "un cambio sustancial" en el tratamiento del personaje femenino, asegura Elsa Aguiar, directora editorial de literatura infantil y juvenil de Ediciones SM y una de las máximas expertas en la materia de España. Ya hay casi tantas protagonistas femeninas como masculinos, ahora no son siempre las madres las que cargan con el cuidado de los hijos y la casa. Algo, que en sí mismo, supone ya un avance. Hace apenas una década, la situación era muy distinta. Un estudio de la profesora de literatura de la Universitat Autònoma de Barcelona Teresa Colomer revelaba la gran disparidad en el tratamiento de hombres y mujeres en la ficción. Colomer analizó los 150 títulos de más éxito desde la década de 1970 hasta la de 1990 y concluyó que el 62,8% de los protagonistas era masculino, el 29,5% femenino y el resto de ambos sexos. En cuanto a la profesión de ellas, el 54% se dedicaba a las tareas domésticas o a profesiones poco cualificadas, mientras que el 66% de los hombres tenía trabajos cualificados o de tradición literaria.

La escritora Care Santos, con una consolidada trayectoria en narrativa infantil y juvenil, achaca el cambio actual a la "irrupción de tantas mujeres en el panorama de la buena literatura". Algo que irá a más, vaticina. A pesar de los nuevos aires literarios, Aguiar advierte que quedan muchos estereotipos en el tratamiento de la mujer, en especial en novelas de corte romántico para adolescentes –muchas de ellas de gran éxito, como la serie Crepúsculo–. En estas obras la chica es alguien "débil, patoso, frágil y, por supuesto, guapísima, y su único objetivo parece ser enamorar al chico. ¿Es que los chicos no se enamoran de las chicas fuertes, divertidas e inteligentes?", reflexiona Aguiar. Lo mismo opina Santos, quien asegura sentirse indignada por el modo de presentar a las protagonistas femeninas en algunos libros. "No entiendo qué ven algunas lectoras en esas protagonistas memas, sumisas, que nunca toman la iniciativa... Es un misterio para mí, porque me consta que las adolescentes actuales no son nada sumisas ni nada tontas", explica.

Pero no todas las protagonistas actuales son así, en especial en las novelas dirigidas a las franjas de edad más jóvenes. Ahí están Molly Moon, de la autora británica Georgia Byng, Carlota, de Gemma Lienas, las Antibarbis de Mercè Anguera, las chicas de El clan de la Loba, de Maite Carranza, o de la Trilogía de Idhún, de Laura Gallego. Todas ellas ejemplos de que la narrativa lleva la delantera al cine en este aspecto. Y por supuesto, en un lugar aparte, está la veterana, transgresora y gamberra Pippi Calzaslargas.

Los "córners rosas" –rincones con narrativa sólo para chicas perduran en las librerías y las editoriales aún reciben gran cantidad de manuscritos con los roles clásicos entre chico y chica, con ellas en el papel de florero, indica Iolanda Batallé, directora editorial de La Galera. Por eso en esta editorial se han visto obligados a rechazar algunos de ellos y tomar un papel responsable en los estímulos que les llegan a los más pequeños, conscientes del papel educativo de la literatura.

Falta por ver si este tratamiento llega al cine y se va más allá de Tiana y el sapo. Mientras, Lienas recomienda reflexionar junto a los niños y niñas tras ver una película. ¿Es normal que la chica espere sentada un salvador, como ocurre con las princesas que protagonizan las monas de hoy?

No hay comentarios:

Publicar un comentario